La escoliosis y todo lo que debes saber de ella

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Escoliosis y Electroestimulación

Entre las primeras causas de absentismo laboral figuran los dolores de espalda. Esta dolencia, en muchos casos, es un problema causado por la escoliosis. Vamos a explicarte en qué consiste la escoliosis, su clasificación, cómo saber si tengo escoliosis y qué hacer si, finalmente, tengo escoliosis. ¿Empezamos?

¿Qué es la escoliosis?

Nos referimos con este nombre a la desviación lateral de la columna vertebral. Por lo general, se produce en la fase de crecimiento previa a la pubertad. De hecho, alrededor de un 3 % de los adolescentes la padecen. En otros casos, también es generada por enfermedades o trastornos como la distrofia muscular y la parálisis cerebral infantil.

Visualmente, se aprecia en quien la sufre una curvatura lateralizada evidente. Puede ser en forma de ese o de ce. Sea como sea, la verticalidad característica de las personas sanas desaparece. En los peores pronósticos, las vértebras también terminan rotando y adquieren la apariencia de un sacacorchos humano.

En este sentido, debemos considerar que la columna vertebral está formada por muchos huesos o vértebras, los cuales permanecen unidos entre sí por un tejido elástico conocido como cartílago. Gracias a ello, es flexible y capaz de desempeñar sus funciones: conservar el equilibrio, doblarse, caminar o estirarse, por ejemplo.

Tipos de escoliosis

Los especialistas diferencian la gravedad de este problema en función de la desviación que presenta la columna, medida en grados. Así, puedes distinguir entre:

  • Leve. La desviación curva no alcanza los 20 grados.
  • Moderada. Entre los 25 y los 40.
  • Grave. Cuando supera los 50 grados.

En la vida diaria, las curvaturas leves en la columna no suelen provocar grandes molestias. Sin embargo, existe la posibilidad de que empeoren, por lo que conviene mantenerlas controladas y actuar para paliarlas. Cuando se trata de desviaciones importantes, las consecuencias derivadas son peligrosas. Entre otros, se pueden generar estos efectos negativos:

  • Lesiones articulares.
  • Artritis en la columna vertebral.
  • Roces dolorosas entre las costillas y la pelvis.
  • Problemas pulmonares.
  • Dificultades en la movilidad y el movimiento.

En función de su tipología, existen tres clases:

  • Idiopática. El 80 % de los casos son de este tipo, cuya causa todavía es desconocida. Más habitual en mujeres y en la raza blanca, se clasifica en infantil (diagnosticada antes de cumplir 3 años), juvenil (entre los 4 y los 10 años) y adolescente (a partir de los 10 años).
  • Congénita. Son malformaciones generadas antes del nacimiento, normalmente por un mal desarrollo de las vértebras.
  • Neuromuscular. Deriva de enfermedades musculares o neurológicas, como la parálisis cerebral o ciertas distrofias.
  • Otras. Existe una pequeña cantidad ocasionada por tumores, traumatismos, infecciones de los huesos y causas diversas.

Por último, en función de dónde se localiza en la columna, podemos diferenciar entre escoliosis lumbar, dorso lumbar, dorsal, cervical dorsal o cervical.

Observación de la escoliosis

No siempre resulta fácil detectar esta problemática, especialmente cuando la desviación es mínima. Sin embargo, también se da la situación contraria: sus efectos inclinan el cuerpo hacia la derecha o la izquierda de un modo apreciable. 

Otros detalles visibles, que pueden sugerir su presencia, son tener un hombro más alto que otro o que la caja torácica, al agacharse, salga más por uno de sus lados.

Ante la más mínima sospecha, o incluso a modo preventivo, conviene que un especialista médico revise de forma ordinaria tu columna vertebral para establecer cómo se encuentra.

Por otra parte, una vez detectada, la observación es el tratamiento de la escoliosis habitual en los casos leves. Cuando las curvas vertebrales afectadas no presentan riesgo de empeoramiento o incluyen antecedentes favorables tras la detención del crecimiento, esos controles médicos rutinarios son el procedimiento a seguir.

¿Cómo tratar la escoliosis?

Acabamos de mencionar que la observación médica es el primer tratamiento a seguir en los casos leves. Ten en cuenta que, sobre todo, la posibilidad de empeoramiento se produce mientras tus huesos siguen creciendo. Una vez que ya no lo hacen, lo normal es que todo permanezca como está. 

Ahora bien, ¿qué se puede hacer si el problema es más severo o conlleva riesgos de cara al futuro? ¿Cuáles son los recursos médicos que suelen aplicarse?

Corsé para escoliosis

Cuando los profesionales sanitarios consideran que tu curvatura de columna corre el riesgo de empeorar, te está dando problemas o va a dártelos en el futuro, lo más frecuente es que tengas que utilizar un corsé ortopédico mientras dura el crecimiento. Suele recomendarse cuando la curvatura se sitúa entre los 25 y los 40 grados en personas que aún están creciendo.

Lo cierto es que no va a solucionarte el problema, pero sí evitará que vaya a peor y la curvatura siga aumentando. Su función es, fundamentalmente, sujetar tu columna vertebral para que no continúe desviándose.

Dado que existen diferentes modelos y variantes de corsés específicos, tendrás que seguir las indicaciones que tu equipo médico te haga. Los especialistas determinarán cuál es el corsé para escoliosis idóneo según cómo sea la desviación de tu columna. En su decisión, también tendrán en cuenta cuál te resulta más cómodo y funcional. Ellos decidirán, asimismo, cuántas horas y en qué momentos del día o de la noche vas a llevarlo

Por ello, debemos apostar por la comunicación, explicar a los doctores la situación y cuáles son las actividades favoritas para facilitar su toma de decisiones.

Cirugía de escoliosis

En las situaciones más extremas y problemáticas, la cirugía se convierte en la última alternativa. De hecho, es imprescindible cuando las curvas de una columna madura en términos óseos superan los 45 grados. Y sobre todo, cuando la aplicación del corsé no ha servido de nada. 

El objetivo de la intervención quirúrgica es, en primer lugar, evitar que la curvatura aumente y, en segundo, corregir la deformidad generada.

La operación más habitual entre los adolescentes, conocida como fusión espinal o vertebral, consiste en enderezar la columna vertebral todo lo que se puede. Para mantenerla así, se colocan tornillos y varillas metálicas. A continuación, el cirujano realiza un injerto óseo para enlazar varias vértebras entre sí. Su meta es que esa curvatura no degenere. Un año después, aproximadamente, las vértebras tendrían que estar fusionadas y las varillas, entonces, ya no serían necesarias. Sin embargo, no molestan y se dejan ahí para evitar volver a operar al paciente.

Los deportes que benefician al tratamiento de la escoliosis

Tras la aplicación de un tratamiento exitoso y, por supuesto, en los casos leves o moderados, los afectados pueden hacer una vida normal. Ni siquiera deben renunciar a la actividad física.

Es fundamental, con todo, que durante la infancia y la adolescencia se lleven a cabo los cuidados necesarios para evitar que la degeneración continúe una vez que se ha parado el crecimiento.

¿Quieres leer una buena noticia? Existen deportes especialmente recomendados para compensar la curvatura de la columna. ¿Cuál de ellos prefieres?

La natación

Como seguramente sabes, nadar es bueno para cualquier afección ósea. Salvo el estilo mariposa, que incluye movimientos agresivos, la natación te va a venir muy bien, sobre todo crol y espalda. Si te acostumbras a ir a la piscina de forma periódica, reforzarás y tonificarás la musculatura paravertebral, al tiempo que llevarás a cabo una actividad que favorece la extensión de tu espalda.

Ejercicios de fuerza con electroestimulación

Son muchos los beneficios de la electroestimulación. Como especialistas en la materia, somos plenamente conscientes de ello: dedicamos nuestra actividad a difundir esta realidad y a acercarla a todas las personas.

Una de sus aplicaciones más valiosas es, precisamente, la realización de ejercicios de escoliosis con esta tecnología. La electroestimulación de la espalda ha demostrado una gran eficacia en la reducción y eliminación de toda clase de dolores en esta zona del cuerpo. Por lo general, a partir de la segunda o la cuarta semana ya se aprecian resultados significativos.

Cuando se trata de curvaturas lumbares, este método contribuye a paliar las molestias. En consecuencia, ayuda a mejorar la calidad de vida de los afectados, tonificando y reforzando la zona en cuestión. Tales son sus efectos que cada vez más fisioterapeutas conocen y utilizan la Estimulación Eléctrica Nerviosa Transcutánea, también llamada TENS, para combatir los dolores en la espalda. 

Yoga

Terminamos este recorrido por las ejercitaciones físicas que te ayudarán en caso de tener la columna vertebral curvada hablándote del yoga. Sus asanas, posturas y movimientos corporales te permitirán suavizar el dolor y las molestias. Además, y no menos importante, aprenderás a mantener una postura más natural, lo que beneficiará directamente a tu espalda.

Si te decides a practicar esta disciplina, es importante que lo hagas con el asesoramiento de un yogui con experiencia en estas situaciones. De lo contrario, podrías tratar de hacer alguna postura perjudicial.

Escoliosis y Fisioterapia con Electroestimulación

La fisioterapia es una disciplina terapéutica que busca fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad de la columna, lo que puede contribuir a corregir la curvatura y reducir el dolor asociado a la escoliosis. Los fisioterapeutas especializados en escoliosis diseñan programas personalizados en el sistema de electroestimulación Wiemspro que incluyen ejercicios específicos y técnicas de estiramiento para abordar las necesidades individuales de cada paciente.

Por otro lado, la electroestimulación Wiemspro aplicada en fisioterapia se presenta como una solución es especialmente efectiva para trabajar la musculatura profunda de la espalda y estabilizar la columna vertebral, lo que puede ayudar a mantener una postura adecuada y reducir la progresión de la curvatura provocada por la escoliosis.

Esta combinación de fisioterapia y electroestimulación Wiemspro crea una sinergia poderosa que potencia los beneficios de ambos tratamientos. Al fortalecer y estabilizar la musculatura de la espalda, se logra un mayor soporte para la columna vertebral, aliviando el estrés en las zonas afectadas por la escoliosis y favoreciendo una mejor alineación postural.

Es importante destacar que cada caso de escoliosis es único, y el tratamiento debe ser adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. Por ello, es fundamental contar con el asesoramiento de profesionales de la salud especializados en escoliosis y en el uso de la electroestimulación Wiemspro.

Conclusión

A modo de conclusión, queremos recordarte que estás en condiciones de llevar una vida normal con este problema morfológico. Incluso tendrás la ocasión de practicar deportes. Sin embargo, es importante que un médico haga un seguimiento permanente, sobre todo en la  fase de crecimiento de cada persona.
La observación médica, el uso de un corsé o la cirugía, en último extremo, son las soluciones aplicables.

Y por supuesto, realizar deportes apropiados para la escoliosis, como la electroestimulación en la espalda. ¿Te ha interesado este artículo? ¡En nuestro blog tenemos muchos más!

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