¿Cómo mejorar la memoria con la actividad física?

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Memoria

Cuando hablamos de realizar ejercicio físico para mejorar la memoria, no hay que pensar en actividades que supongan un gran esfuerzo. Es más, se trata de mantener hábitos saludables que no pongan en riesgo tu salud.

Por ejemplo, puedes evitar una vida sedentaria subiendo por las escaleras en vez de utilizar el ascensor o caminar en vez de ir siempre en el coche o en cualquier otro vehículo. No obstante, si ya tienes este tipo de hábitos instaurados en tu vida, es momento de incluir alguno más, como son las actividades suaves. Puedes hacerlas en equipo o de manera individual. Aquí entran actividades como el baile, el yoga, caminar, nadar, etc.

Escoge tu actividad preferida y con la que te sientas más cómodo para poder mantener una continuidad. De esta manera, mejorarás tus aptitudes tanto físicas como mentales.

¿Cómo el ejercicio físico afecta a la memoria?

El CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) afirma, tras una investigación, que el ejercicio tiene un impacto positivo en el cerebro. Este órgano se beneficia de un estilo de vida activo gracias a una molécula denominada CREB-binding protein. Este es un regulador de la expresión génica que reprograma las neuronas. ¿Cómo podemos decirlo de una forma más coloquial? Pues, simplemente, que una persona con una vida activa se recuperará antes de una lesión medular que una persona sedentaria.

Por otro lado, y según los investigadores, el ejercicio aumenta la capacidad cognitiva y la formación de nuevas neuronas. Por tanto, se potencia la habilidad lingüística y el análisis matemático. Del mismo modo, esto favorece el consumo de oxígeno de las células neurales y el flujo sanguíneo en el cerebro. Como consecuencia, se incrementa la disponibilidad y la funcionalidad de los neurotransmisores clave. ¿Qué significa esto? Que debido al ejercicio, se induce una neuroprotección, al menos en las zonas cerebrales que se han investigado hasta la fecha.

Beneficios del ejercicio físico a nivel neurológico

Ya sea que realices una actividad cotidiana o que comiences a llevar a cabo algo de ejercicio físico, tu sistema neurológico ha de coordinar diferentes funciones. De esta manera, lo pone a prueba y lo fortalece.

Realizar actividades físicas representa grandes beneficios para tu salud. Y no son beneficios que se reflejan únicamente en los músculos, sino también en otras estructuras corporales. Algunas de las más importantes son el sistema cardiovascular y el respiratorio. Pero no queda ahí: además, el cerebro también se beneficia considerablemente de que tengas un estilo de vida activo.

Algunos de los efectos positivos de la actividad física en el cerebro son:

  • Desarrolla la función cognitiva global.
  • Activa los sistemas de neuroprotección fisiológica.
  • Favorece la neurogénesis.
  • Fortalece las funciones ejecutivas.
  • Aumenta el crecimiento sináptico.
  • Otorga una mayor resistencia ante las lesiones neuronales.
  • Mejora el rendimiento mental y el aprendizaje.

Además, los propios investigadores del CSIC indican que los beneficios que obtienes al realizar ejercicio físico son algo que pueden heredar tus hijos y nietos. Los estudios en animales de laboratorio indican que los efectos cognitivos y emocionales son heredables

De este modo, los hijos de quienes han obtenido estos beneficios memorizan y aprenden mejor. Pero también aumenta la cantidad de neuronas que poseen en el hipocampo, que es la zona del cerebro que controla la memoria y el aprendizaje.

No obstante, esto no quiere decir que haya que practicar deporte a nivel profesional. Así, los investigadores indican que el deporte profesional está descartado para este objetivo. ¿Por qué? Porque aseguran que el impacto en el organismo de una actividad moderada es diferente al de una actividad de competición. En la segunda situación el cuerpo se estresa, y eso es algo que se pretende evitar.

¿Mejorar la memoria? ¿Que ejercicios puedo realizar?

Los crucigramas, las sopas de letras o los juegos de ingenio son algunos de los ejercicios más populares para entrenar el cerebro. Sin embargo, entre la comunidad científica parece que no hay unanimidad en cuanto a su eficacia. En lo que sí que existe uniformidad de criterio es en que la actividad física nos ayuda a mantener más saludable nuestro cerebro.

En este contexto, la Universidad de Illinois (Estados Unidos) realizó un estudio con 100 personas entre 60 y 80 años. Aquellas personas que realizaban algún tipo de actividad física de moderada a vigorosa con cierta frecuencia tenían mayor actividad cerebral, incluso en reposo. Esto es muy relevante, porque una mayor actividad está directamente relacionada con un mejor rendimiento cognitivo.

En un estudio de laboratorio con ratones se demostró que estos obtenían mejoras la memoria tras ponerles a correr en laberintos. Seguidamente se han realizado estudios en humanos para poder determinar qué ejercicios “tonifican” el cerebro.

Ejercicios con electroestimulación 

La pérdida de memoria es un deterioro neurocognitivo habitual en las personas mayores. Asimismo, su capacidad física puede verse reducida. En este punto, los ejercicios con electroestimulación son una de las mejores soluciones puesto que en tan solo 8 sesiones de 25 minutos notarán los resultados. Además, este tipo de ejercicio los ayuda a eliminar el estrés y liberar tensiones.

En definitiva, la electroestimulación en personas mayores es muy beneficiosa a nivel de la salud general, puesto que estimula su memoria y mejora su masa muscular.

Ejercicios de repetición 

Al realizar ejercicios de repetición se pueden apreciar mejoras en la función ejecutiva. Asimismo, quienes los practican resuelven mejor las pruebas relacionadas con la memoria asociativa.

Memoria

Beneficios de tener actividad física

Con tan solo 10 minutos de ejercicio físico ligero diario estarás creando un impacto positivo en tu memoria a corto plazo. Sin embargo, también hay otro tipo de beneficios como los siguientes:

Prevención de enfermedades 

Ya se ha demostrado con diferentes estudios que las personas mayores que practican algún tipo de actividad física tienen mejores habilidades cognitivas. Por otro lado, esto implica que realizar ciertos ejercicios colabora en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como, por ejemplo, el Alzheimer.

Frena el envejecimiento

Jóvenes y no tan jóvenes realizan ejercicio físico de forma regular para mantenerse activos a nivel físico y mental. Además, según algunos estudios esto prolonga la esperanza de vida. Por otro lado, el sedentarismo incrementa el riesgo de sufrir enfermedades asociadas a la edad como ictus, diabetes tipo II o algunos tipos de cáncer.

Caminar un metro por segundo te proporciona un estado de envejecimiento más saludable. Asimismo, tu esperanza de vida es mayor que la de quienes andan 0,8 metros por segundo. Si la distancia que recorres en un segundo es menor a 0,6 metros, tienes más riesgo de sufrir muerte prematura, fragilidad y otros problemas de salud.

Efecto antidepresivo

Si practicas ejercicio, ya sea aeróbico o anaeróbico, habrás comprobado que tu nivel de ansiedad es menor que antes de hacerlo. No obstante, el efecto antidepresivo es mayor en los ejercicios aeróbicos que se practican entre 20 minutos y una hora. La frecuencia adecuada, por otra parte, es de entre 3 y 5 días a la semana.

¿Por qué tiene el ejercicio aeróbico ese efecto antidepresivo? Debido a la liberación de beta endorfinas que actúan sobre tu cerebro y producen una sensación de relajación y bienestar.

Gracias al deporte puedes normalizar y regular el nivel de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Al evitar el exceso y la ausencia de estos, tu estado de ánimo mejora. Por ello, decimos que practicar deporte mejora la salud mental.

¿Qué efectos secundarios tiene no tener actividad física?

Una práctica pobre, o inexistente, de ejercicio físico es uno de los cuatro factores más importantes de riesgo de mortalidad en todo el mundo. Además de aumentar el riesgo de diferentes patologías, tiene una relación directa con la obesidad y el sobrepeso. Esto es algo que en España le pasa al 43 % de la población infantil y al 37 % de los adultos.

No solo se ha de practicar ejercicio porque frena el envejecimiento, sino también porque te permite estar activo y te proporciona bienestar psicológico.

No realizar actividades físicas tiene una serie de consecuencias:

  • Tu cuerpo pierde facultades: No cuidar tu cuerpo hará que progresivamente pierda la capacidad de funcionar de manera óptima. Evita esquivar las situaciones en las que debes hacer algún esfuerzo físico para cuidar tus articulaciones, músculos y huesos.
  • Aumenta el riesgo de sufrir más enfermedades: Con el ejercicio fortaleces tu capacidad cardiovascular y pulmonar. Del mismo modo, la ausencia de actividad física debilita tus músculos y articulaciones.
  • Mayor fatiga: El deporte es una fuente de energía. Por eso, practicándolo podrás combatir la fatiga y te sentirás mejor.
  • Envejecimiento: Si se ralentiza tu metabolismo, eso afecta a tu organismo en general. Como consecuencia, empeorará tu riego sanguíneo y tendrás un envejecimiento prematuro. El deporte cuida tu aspecto físico y te mantiene joven por dentro.
  • Más estrés y ansiedad: El deporte aumenta considerablemente la producción de endorfinas que activan tu cerebro. Como consecuencia, reduces el estrés y puedes sentirte mejor contigo mismo. Además, hay ciertos estudios que han relacionado la depresión con la ausencia de actividades físicas.

En definitiva, realizar algún tipo de ejercicio físico no solo mejora tu estado general de salud, sino que tiene un impacto muy importante en la memoria y las funciones cognitivas. Para seguir informado sobre temas de salud, entrenamiento con electroestimulación y ejercicio en general, suscríbete a nuestro blog.

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