¿Sabías que existe una importante relación entre la capacidad de nuestro sistema inmunológico y el ejercicio físico? En esta entrada vamos a indagar en este contenido que puede ser determinante para nuestra salud y bienestar.
¿Qué es el sistema inmunológico?
Si quisiéramos responder a esta pregunta con una analogía fácil de comprender y recordar, diríamos que se trata del ejército y las fuerzas defensivas de nuestro organismo.
Dicho de otro modo, el sistema inmune o inmunológico es un conjunto de órganos, células y tejidos que se encuentran interconectados y funcionan al alimón para proteger nuestro cuerpo de las amenazas externas.
Es, por lo tanto, ese sistema defensivo el que actúa ante los ataques de agentes infecciosos y ante cualquier tipo de potencial invasor. Y como la mejor defensa es el ataque, carga contra todos aquellos organismos y sustancias que amenazan el buen estado del cuerpo y podrían llegar a causar enfermedades.
Como ocurre con cualquier ejército del mundo, la función defensiva no implica solo atacar a los enemigos. Igual de importante o más es vigilar y anticiparse, detectar cuanto antes qué amenazas llegan y de qué forman se están desenvolviendo los potenciales enemigos. Finalmente, tras identificar esa alarma cierta, nuestro sistema inmune pasa a la acción y ataca para evitar la agresión.
Tipos de inmunidad
En la práctica, nos encontramos con dos tipos de respuestas inmunológicas:
- Inmunidad innata: Se trata de células, principalmente, macrófagos, neutrófilos y dendríticas, que se localizan en las zonas más expuestas al contacto con agentes peligrosos. Se desenvuelven, sobre todo, en el tracto respiratorio y en el sistema digestivo. Su reacción es inmediata y muy eficiente.
- Inmunidad adaptativa: En otras ocasiones, los rivales son agentes desconocidos o inhabituales. En estos casos, nuestro cuerpo ha de aprender a responder de forma poderosa y específica a estos enemigos concretos. Con frecuencia, se va perfeccionando con los años.
Podemos concluir, por tanto, que nacemos con un sistema inmune poco maduro. A medida que va contactando con los rivales infecciosos, mejora su capacidad de respuesta y desarrolla una eficaz memoria inmunológica. Por ello, cuando nos enfrentamos por segunda vez a una misma enfermedad, nuestro organismo responde con más firmeza.
Dicho esto, ¿podemos fortalecer el sistema inmunológico propio si así lo decidimos? La respuesta es sí:
¿Cómo fortalecer el sistema inmunológico?
Existen un buen número de pautas que nos van a ayudar a mejorar y reforzar la capacidad de respuesta inmunológica de nuestro organismo.
«El entrenamiento, los buenos alimentos, el deporte, la organización favorecen la resistencia de nuestro sistema inmunológico«.
¿Recuerdas la analogía con la que iniciamos este artículo? Si pensamos en nuestro sistema inmune como un ejército con una clara función defensiva, entenderemos rápidamente que el entrenamiento, los buenos alimentos, el deporte, la organización favorecen la resistencia de nuestro sistema inmunológico.
Del mismo modo, hay situaciones que afectan negativamente y debilitan nuestras defensas. Las más frecuentes son el estrés, la ansiedad y enfermedades como el lupus, el cáncer, el SIDA o la diabetes.
¿Qué podemos hacer para reforzar nuestra respuesta inmunológica? Después hablaremos ampliamente de los tres aspectos más determinantes: hacer ejercicio, descansar bien y alimentarte correctamente. Pero, antes de ello, podemos empezar a colaborar con tu particular ejército defensivo mediante la práctica y adquisición de estas dos estupendas costumbres:
- Aprender a relajarnos: En primer lugar, hay que tratar de alejar el estrés, las prisas, las presiones y el exceso de trabajo. Nuestros glóbulos blancos, fundamentales para una correcta inmunización, pierden capacidad en estas circunstancias. Practicar yoga, relajación, ejercicios de respiración o, simplemente, dedicar tiempo a nuestros hobbies y actividades favoritas es imprescindible.
Un plus añadido puede ser utilizar la electroestimulación con un programa de relajación muscular.
En este artículo hablamos sobre cómo combatir el estrés y liberar tensiones con los programas de electroestimulación Wiemspro.
- Rodéate de gente positiva: En la misma dirección del punto anterior, y aunque no está totalmente demostrado de forma científica, sentirte a gusto con las personas que nos acompañan transmite energía positiva y buena onda. Practica el pensamiento positivo y aleja de tu lado a la gente tóxica… porque te hará enfermar.
Hacer ejercicio físico
Ha quedado absolutamente demostrado que practicar deporte es positivo, también para nuestra capacidad inmunológica. Por supuesto, nos mantendremos en mejor forma y ganaremos dinamismo y capacidad de reacción. Ahora bien, es importante no abusar: la ejercitación excesivamente intensa y sin los descansos necesarios puede llegar a ser contraproducente en este terreno.
En cualquier caso, lo que resulta incontestable es que conviene ejercitarse físicamente para mejorar el sistema inmune.
Frente al sedentarismo, la práctica habitual y moderada de deporte reduce el peligro de sufrir afecciones e infecciones en todas las edades. Estos son los argumentos que refrendan esta realidad:
- Eliminación de bacterias en las vías respiratorias y los pulmones: La actividad física contribuye a ello y, de este modo, minimizas las posibilidades de resfriarse, coger gripe o padecer otras dolencias respiratorias.
- Freno al crecimiento bacteriano: Durante tu actividad física y justo después del ejercicio, la temperatura corporal se eleva de forma breve. Estos cambios térmicos, como sucede con la fiebre, ayudan a combatir y desactivar las infecciones.
- Mejoría de los leucocitos y los anticuerpos: En esencia, estos son los soldados y las municiones de tu ejército inmunológico. Los leucocitos son las células del sistema inmunitario y luchan contra las enfermedades por medio de anticuerpos, capaces de neutralizar a los agentes externos y las bacterias. La práctica deportiva continuada los hace circular más rápidamente y, de este modo, refuerza su capacidad de respuesta.
- Reducción del estrés: Existen hormonas, como el cortisol, que nuestro organismo genera cuando estamos estresados. Hacer deporte disminuye su producción. Cuanto menos estresado estemos, menos riesgo tendremos de enfermar.
La electroestimulación como ejercicio físico
Uno de los avances más importantes y determinantes en el ámbito deportivo actual es la electroestimulación, también conocida como estimulación muscular eléctrica o EMS.
A través de esta tecnología es posible mejorar el entrenamiento convencional y aprovecharla en múltiples aplicaciones. Entre ellas, por supuesto, también se incluye la posibilidad de fortalecer el sistema inmunológico.
Gracias a la EMS, nuestros entrenamientos pueden ser más cortos, menos exigentes y, a la vez, más efectivos. Con esta ejercitación electroestimulante, bastan 2 días a la semana de ejercicio para conseguir un buen tono y mantenerlo en el tiempo.
El Sistema Wiemspro ha demostrado su eficacia y, de hecho, cada vez son más los deportistas profesionales o aficionados que están recurriendo a estas tecnologías EMS.
Para conocer cuáles son las ventajas y las características de la estimulación muscular eléctrica deportiva visita nuestro post Electroestimulación muscular. ¿Funciona?.
Cuidar las horas de descanso
Este aspecto también es fundamental para optimizar nuestra capacidad inmune. Necesitamos, sí o sí, dormir el tiempo suficiente: nunca menos de 7 u 8 horas cada noche y, en la medida de lo posible, con un horario normalizado.
Mantener rutinas, como ocurre con los bebés, es igualmente importante. Acostarse y levantarse, habitualmente, a las mismas horas.
Por supuesto, debemos reunir el equipamiento de descanso apropiado. Elegir un buen colchón con la firmeza apropiada, la almohada correcta, ropa de cama agradable y un dormitorio de atmósfera agradable.
Alimentos para el sistema inmune
El tercer y último pilar de la inmunidad humana es la alimentación. Mantener una dieta equilibrada, que incluya en las proporciones correctas la ingesta de verduras, frutas, proteínas y carbohidratos, es muy importante.
La hidratación, beber agua y refrescar la piel mojándola con frecuencia, es también una pauta imprescindible para fortalecer nuestro sistema inmune.
Por el contrario, el consumo de alimentos procesados, grasas saturadas, alcohol y tabaco es enormemente perjudicial para este fin.
Alimentación sana
Sin obsesionarse, pero con criterio y determinación, se debe comer bien, con un balance óptimo y de todo lo bueno para nuestro organismo.
Los mejores alimentos para el sistema inmune son:
- Cítricos: naranjas, limones, mandarinas y pomelos.
- Champiñones.
- Brócoli, kale, coliflor y repollo.
- Carne blanca.
- Mariscos y crustáceos.
- Ostras.
- Boniatos y batata.
- Espinacas.
- Cúrcuma y, por lo tanto, también curry.
- Pescado graso.
- Jengibre.
Por el contrario, es conveniente en la dieta reducir al máximo el consumo de refrescos y bebidas gaseosas, la cafeína, la sal y los alimentos procesados.
Dieta rica en vitamina D y C
En nuestro mano está ayudar al sistema inmune a través de la alimentación. Con independencia de los alimentos concretos que consumamos, lo esencial es incorporar a nuestra dieta esos componentes que son determinantes para nuestra inmunidad.
Estamos hablando, sobre todo, de la vitamina D. Los pescados grasos, en especial el salmón, la caballa, la trucha y el atún y, en menor medida, la yema de huevo, el hígado, los hongos y el queso son productos que la aportan y, por ello, te los recomendamos.
Asimismo, la vitamina C, presente en los cítricos, desempeña también una función capital en este refuerzo inmunológico. Y el zinc es otro de los componentes importantes.
Si quieres, puedes incorporar estos ingredientes mediante complementos alimentarios o, directamente, planificando con atención tu dieta.
Sea como sea, con esta información estás más preparado para fortalecer el sistema inmunológico día tras día, de forma sencilla y saludable. ¿Quieres tener acceso a otros contenidos útiles sobre el deporte, la salud, el estilo de vida y la electroestimulación? Suscríbete ahora mismo a nuestro blog y estarás al corriente de las principales novedades de este ámbito.