¿Te has preguntado alguna vez qué es la osteoartritis? Se trata de una afección que padecen millones de personas en todo el mundo y es, en la práctica, la forma más frecuente de artritis con la que podemos encontrarnos.
Su aparición genera molestias continuadas y dolores de diferentes intensidades. ¿Una buena noticia? La electroestimulación ayuda a combatirla y a reducir sus efectos. Así que estás en el lugar perfecto para saberlo todo sobre este problema.
¿Cuál es la causa de la osteoartritis?
La osteoartritis se produce por el desgaste del cartílago que recubre los extremos de los huesos. Este tejido firme y deslizante evita el roce entre huesos durante el movimiento. Con el tiempo, o por otros factores, este cartílago se daña, lo que provoca fricción, dolor y deterioro progresivo de la articulación.
A medida que el cartílago se descompone, se generan cambios en los huesos, inflamación y daños en los tejidos conectivos. Esto lleva a una degeneración articular similar a la formación de un callo óseo. Las articulaciones más afectadas suelen ser manos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Factores de riesgo más comunes:
- Edad: Mayor edad, mayor riesgo.
- Sexo: Afecta más a mujeres.
- Peso: El exceso de peso sobrecarga las articulaciones y favorece la inflamación.
- Genética: Tener antecedentes familiares aumenta la probabilidad.
- Lesiones: Daños pasados en articulaciones pueden influir.
- Esfuerzo repetitivo: Actividades laborales o deportivas pueden desgastar las articulaciones.
- Enfermedades metabólicas: Como la diabetes o hemocromatosis.
- Deformidades óseas: Malformaciones articulares desde el nacimiento.
Síntomas de la osteoartritis
En la mayoría de las dolencias o enfermedades, la detección precoz es muy importante. Empezar a actuar lo antes posible es siempre un punto de partida recomendable. Sin embargo, cuando sufrimos esta afección el proceso se desarrolla de manera lenta y progresiva, el deterioro se incrementa con el tiempo y, de esta manera, a menudo se conoce la realidad más tarde de lo deseable.
Por lo tanto, es conveniente tener claros cuáles son los síntomas que avisan del inicio o desarrollo de este proceso fatídico:
- Dolor. Se experimenta al realizar determinados movimientos o después de los mismos.
- Sensibilidad. Si se presiona la articulación o su entorno, incluso suavemente, se experimentan sensaciones extrañas.
- Rigidez. Se aprecia, sobre todo, después de un largo periodo de inactividad. El mejor momento para fijarse es cada mañana, nada más levantarse de la cama.
- Osteofitos. Son trozos de hueso adicionales que se forman en torno a la articulación artrítica. Una exploración táctil permite percibirlos como bultos duros.
- Flexibilidad menor. Poco a poco se pierde rango de movilidad en la articulación. Al principio apenas es apreciable, pero llegará a ser notorio.
- Hinchazón. Los tejidos blandos que rodean la zona afectada pueden terminar inflamándose.
- Molestias sonoras. A veces, aprecias chirridos, chasquidos y otros sonidos inhabituales al activar o utilizar esas articulaciones.
- Debilidad puntual. Se concreta en fallos apreciables cuando la zona es sometida a esfuerzos o exigencias concretas. La debilidad muscular y la falta de estabilidad provocan esta consecuencia.
¿Cuándo hay que acudir al médico?
En todo caso, al sentir dolor en la articulación o una rigidez persistente. Lo mejor es acudir a un especialista en cuanto se manifiesten un par de los síntomas anteriormente descritos de forma continuada.
¿A qué partes del cuerpo afecta la osteoartritis?
Hemos mencionado previamente que las zonas más frecuentemente afectadas son las manos, la columna vertebral, la rodilla y la cadera. Son precisamente estas dos últimas las que sufren este problema en mayor medida y con más virulencia.
Osteoartritis de rodilla
¿Sabías que esta es la enfermedad degenerativa más habitual en esta parte del cuerpo? Su desarrollo es lento, progresivo y cada vez más doloroso. Cuando aparece no tiene cura, aunque es posible aplicar algunas pautas, tratamientos y precauciones que facilitan la convivencia con el deterioro.
Conforme los cartílagos protectores de la rodilla se van deteriorando, se desgastan y terminan deteriorándose por completo. Entonces los huesos se rozan y, a menudo, terminan desarrollando espolones tan informes como dolorosos. Cambiar el estilo de vida, tomar determinadas medicinas y la cirugía son las principales alternativas para mejorar, así como descansar mucho y recurrir a técnicas de fisioterapia como la electroestimulación.
Osteoartritis de cadera
Igualmente, constituye el problema degenerativo más frecuente en la cadera. La cabeza del fémur (una esfera convexa) y el acetábulo (un elemento cóncavo y redondeado situado en la pelvis) interactúan para posibilitar la actividad de la cadera. Entre ellos existe un tejido resbaladizo y blando, conocido como cartílago articular, que evita las molestias. Pero cuando esta enfermedad lo reduce o lo destruye, el problema es doloroso. También, entonces, pueden terminar apareciendo espolones muy dañinos.
Si sufres este problema, el especialista te recomendará vivir de forma saludable, tomar ciertos medicamentos y, si no queda más remedio, recurrir a la cirugía. La EMS, por descontado, también te ayudará a mitigar sus efectos.
Osteoartritis alimentación
Una de las intervenciones inmediatas si se padece esta modalidad de artritis es mejorar la alimentación. El peso es un factor clave para activarla y acrecentar sus molestias. Por eso, la relación entre altura y peso debe ser la correcta.
En este sentido, la fruta, la verdura, el pescado (sobre todo el más rico en ácidos omega-3), la proteína de soja, el chocolate negro de forma moderada y el té verde son alimentos que no deben faltar en la dieta. Por el contrario, las bebidas alcohólicas, la cafeína, la carne roja y las frituras, suelen incrementar el problema y conviene evitarlas.
¿Cómo se puede diagnosticar la osteoartritis?
El diagnóstico de la osteoartritis se realiza uniendo diferentes recursos. El médico preguntará sobre los síntomas y el historial clínico. Examinará la articulación en cuestión y buscará, sobre todo, inflamaciones, bultos duros y chasquidos. También analizará su estabilidad y, a menudo, solicitará la realización de una radiografía de la zona.

¿Cuál es la cura de la osteoartritis?
De igual modo que resulta atrevido catalogar como cura a los diferentes tratamientos aplicables, también es verdad que la mejora que se puede llegar a experimentar es espectacular. Todo es cuestión de aprender a convivir con esta enfermedad y diluir sus molestias.
Medicamentos
Los calmantes ayudarán a soportar el dolor, especialmente el paracetamol y los geles de ibuprofeno y diclofenac. Las tabletas de NSAID se utilizan en una etapa posterior, más agresiva, mientras que la crema capsaicina suele actuar como calmante efectivo.
Unas pocas veces al año, y como tratamiento de choque, también se administran inyecciones de esteroides de forma directa en la articulación dañada.
Cirugía
Es la solución final cuando los dolores son insoportables o la merma en tu actividad habitual es demasiado traumática. La operación consiste en reemplazar esa articulación por otra artificial.
Terapias complementarias
El consumo de suplementos o medicamentos alternativos es otra posibilidad para aliviar estos efectos, sobre todo la rigidez y el dolor. Los más usados son la condroitina y la glucosamina: aunque estudios recientes descartan su utilidad en estos procesos, lo cierto es que algunas personas aseguran haber mejorado tras su uso. Si apuestas por ellas, tendrás que tomarlas entre tres y seis meses seguidos.
Electroestimulación
La electroestimulación nerviosa transcutánea o TENS es aquella que se aplica con finalidad terapéutica. De hecho, entre los tratamientos no quirúrgicos para la osteoartritis, es una de las alternativas más eficaces.
El procedimiento es tan sencillo como fiable. A través de un dispositivo electrónico, se envían impulsos que viajan por la piel hasta las terminaciones nerviosas. Estas señales se mezclan e interfieren en las enviadas realmente por el cerebro y, entonces, ayudan a aliviar el dolor y ejecutar ejercicios de rehabilitación eficaces.
Es cierto que su eficacia difiere entre las distintas personas que lo usan. Algunas, apenas notan sus efectos; otras, hablan maravillas al respecto y aseguran que ha cambiado su vida exponencialmente gracias a la EMS.
¿Cómo lo ves? Ahora que sabes qué es la osteoartritis y tienes claro cuáles son sus tratamientos, quizás apuestes por la electroestimulación para tratarla y mejorar la calidad de vida. Si te ha interesado el artículo, no dejes de visitarnos para seguir informado sobre estos temas. ¡Suscríbete y no te pierdas nada!
