Qué es la tiroiditis
Antes de hablar de qué es la tiroiditis, es importante saber qué es la glándula tiroides.
La tiroides es una glándula endocrina con forma de mariposa ubicada en la parte de adelante del cuello. Esta pequeña glándula produce unas hormonas que controlan el ritmo de muchas actividades metabólicas de nuestro cuerpo, como puede ser la velocidad con la que se queman calorías, la rapidez con la que late el corazón o mantener la temperatura corporal adecuada.
Cuando la glándula tiroidal se daña, el peso es uno de los factores más visibles que pueden verse afectados, presentando problemas para adelgazar (hipotiroidismo, que es cuando la glándula del tiroides no produce suficiente hormonas tiroideas) o problemas para engordar (hipertiroidismo, que es cuando la glándula del tiroides sobreproduce hormonas del tiroide). La inflamación de la glándula tiroidea puede estar causada por una infección vírica o por un trastorno autoinmunitario.
En ambos casos se trata de una disfunción de la glándula tiroides.
Tipos de tiroiditis
Cuando la glándula del tiroides se ve afectada y deja de funcionar correctamente (sobre o infra hormona) se pueden dar tres tipos principales de trastornos de la tiroides:
- Cáncer de la tiroides.
- Hipertiroidismo (tiroides hiperactiva).
- Hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto (tiroides hipoactiva). Ésta última es en la que nos vamos a centrar.
Hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto
La tiroiditis de Hashimoto
Cuando la tiroides no genera suficiente cantidad de la hormona T4 (la responsable que se encarga de regular el metabolismo o gasto energético de nuestro cuerpo) se produce el hipotiroidismo, es decir, una disminución global de la actividad orgánica que afecta a funciones metabólicas, neuronales, cardiocirculatorias, digestivas, etc… Esto hace que el cuerpo use la energía más lentamente y la actividad química de las células se produzca más lentamente.
Tiroiditis de Hashimoto y electroestimulación
La tiroiditis de Hashimoto es un cuadro clínico que se da por una reducción de la actividad de la glándula tiroides. La síntesis de las hormonas tiroideas (T4 y T3) está regulada por la tirotropina (TSH) secretada en la hipófisis. La misión de estas hormonas es regular las reacciones metabólicas del organismo como el consumo de ácidos grasos. Al darse una reducción de la actividad de estas hormonas se produce un aumento del porcentaje graso. Por ello, el objetivo del programa de entrenamiento de electroestimulación y el plan nutricional tiene que ir enfocado a la pérdida del porcentaje graso.
El chaleco de electroestimulación genera un estímulo eléctrico, haciendo que nuestros músculos se contraigan en frecuencias e intensidades controladas desde un dispositivo. Por eso, la electrofitness dará a tu entrenamiento el plus que necesita para conseguir resultados rápidos y visibles en pocas sesiones, además de otros beneficios de la EMS. Os contamos a continuación el caso de éxito que hemos desarrollado desde Wiems Lab.
Marta, usuaria con tiroiditis de Hashimoto, prueba el entrenamiento de electroestimulación
Marta comenzó con un peso de 72,7 kg y con un porcentaje graso alto en la zona del muslo produciendo una celulitis. Para lograr el objetivo utilizamos la electroestimulación de cuerpo completo (WB-EMS) que nos proporcionó un mayor gasto calórico durante las sesiones y una mayor calidad de contracción muscular durante los ejercicios de fuerza.
Junto con WB-EMS realizamos un programa de entrenamiento de electroestimulación de tres meses de resistencia a la fuerza en circuito con un Tabata de cardio al final de la sesión. Esto nos ayudó a situarnos en un déficit calórico al final del día.
En el segundo mesociclo de entrenamiento de electroestimulación se dio una reducción importante del porcentaje graso y de los perímetros corporales y una vez finalizado el programa de entrenamiento logramos reducir significativamente la grasa corporal.
Tras haber incluido Wiemspro en su programa de entrenamiento con electroestimulación los cambios han sido visibles y su cuerpo ha percibido los beneficios que aporta el impulso eléctrico en muchos aspectos.
Mejoras durante y después del programa de entrenamiento de electroestimulación
Después del programa de entrenamiento se visualizaron las siguientes mejoras en Marta:
- Porcentaje graso global.
- Niveles de estrés el cual influye en los niveles hormonales de forma indirecta.
- Tonificación muscular y la higiene postural.
- Fuerza muscular.
- Calidad de la musculatura estabilizadora (CORE) y cintura escapular.
- Resistencia aeróbica y anaeróbica.
- Movilidad de todas las articulaciones.
- Calidad de sueño.
A quién afecta la tiroiditis de Hashimoto
Aproximadamente un 5% de la población padecen hipotirodismo, siendo más frecuente en mujeres de 40 años, y en personas con antecedentes familiares de enfermedad de la tiroides. El periodo postparto es igualmente propenso a la aparición de este problema.
Aún no se sabe por qué el sistema inmunitario ataca a esta glándula. Algunos expertos creen que es debido a la participación de un virus o una bacteria, mientras que otros consideran que es una cuestión genética; de hecho, existe un factor hereditario. Se corre mayor riesgo de sufrir la enfermedad de tiroiditis de Hashimoto si tienes algún familiar que padezca de la tiroides u otra enfermedad autoinmune, como artritis reumatoide, diabetes tipo 1 o lupus.
Síntomas de tiroiditis de Hashimoto
La tiroiditis de Hashimoto puede empezar en una sensación de congestión en el cuello e hinchazón (bocio) y, por lo general, evoluciona lentamente.
En este tipo de tiroiditis se produce un déficit de hormonas tiroideas, haciendo que el metabolismo se ralentice y, con él, el funcionamiento del organismo. Este “parón” produce una serie de anomalías como pueden ser:
- Colesterol, cara hinchada y aumento de peso debido a la retención de líquidos.
- Cansancio, fatiga, sensación de somnolencia…
- Sensibilidad al frío.
- Sequedad de la piel, caída del cabello, uñas quebradizas, visión borrosa…
- Problemas cognitivos: tendencia a la depresión, irritabilidad, falta de concentración, problemas de memoria…
- Estreñimiento, irregularidades del ciclo menstrual…
- Infertilidad.
- Dolores, sensibilidad y rigidez muscular.
Diagnóstico de la tiroiditis de Hashimoto
El diagnóstico se basa, principalmente, en una exploración física, y en una analítica de sangre para determinar si la persona posee anticuerpos antitiroideos.
Normalmente, los pacientes que acaban con un cuadro de tiroiditis acuden al médico por síntomas como la fatiga, problemas de concepción, un bulto en el cuello (bocio), cambios en la piel o en el pelo, ronquera o dolor en el área de la tiroides.
En base a estos síntomas se realiza un exámen físico de exploración para ver si la tiroides está hinchada, y se ordena un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona tiroidea. Si se sospecha que el paciente puede tener la enfermedad de Hashimoto, pero éste no presenta anticuerpos en la sangre, se le hará una ecografía de la tiroides para ver el tamaño de la tiroides, entre otras cosas.
De dar positivo este exámen de sangre, se pueden realizar también las siguientes pruebas:
- Gammagrafía y absorción tiroideas: Para este examen se ingiere una pequeña cantidad de yodo radiactivo con el fin de que este sea absorbido por la glándula tiroide.
Luego, a través de una cámara gamma observaremos la cantidad de yodo absorbido por la glándula tiroides.
- Biopsia: Se inserta una aguja fina y hueca a través de la piel hacia adentro de la glándula tiroidea o del nódulo sospechoso con el fin de extirpar una pequeña muestra de tejido y determinar si existe riesgo de cáncer.
- Exámenes por imágenes (exploración por TAC, exploración por PET/CT, exploración con yodo de todo el cuerpo): Si el diagnóstico de la anterior prueba es positivo en cáncer, se determina este examen para observar el tamaño y la ubicación del mismo.
No hay una forma de prevenir este trastorno, pero si somos conscientes de los síntomas que presentamos, tendremos un diagnóstico y tratamiento tempranos.
Tratamiento de la tiroiditis de Hashimoto
El tratamiento del hipotiroidismo consiste en aumentar la producción de la glándula tiroides mediante una administración de hormona tiroidea llamada levotiroxina . Este tratamiento también contribuye a reducir el tamaño de la glándula tiroides hipertrofiada.
Al ser una enfermedad crónica, el tratamiento suele ser para toda la vida, ya que el hipotiroidismo autoinmune no se cura y es irreversible. Sin embargo, las personas que lo padecen pueden llevar una vida totalmente normal con el tratamiento sustitutivo con hormonas tiroideas.
Además, las personas que sufren tiroiditis de Hashimoto y que no están siguiendo un tratamiento de reemplazamiento de hormona tiroidea deben evitar ingerir alimentos con un exceso de yodo.
Conclusión
En Wiemspro y, en particular, en nuestro laboratorio científico especializado en el estudio de la WB-EMS, Wiems Lab, analizamos minuciosamente el estado de cada cliente y, en función de cada uno, aplicamos técnicas personalizadas que se adaptan a sus necesidades, siempre usando metodologías basadas en evidencias científicas.
Esperamos que este contenido sea de utilidad y sirva como referencia para vuestro día a día si contáis con pacientes que padecen esta patología u otras similares. Pronto publicaremos más.